Cuando vas a encuadernar un trabajo universitario, un informe, un documento extenso…, nos vienen a la cabeza las espirales o en incluso la clásica, básica y socorrida grapa. Sin embargo, existe una gran variedad de propuestas, cada una con unas peculiaridades que las hacen recomendables según la función que se va a dar al documento o las características de este.
Encuadernación con anillas
Rápida y sencilla, toda una garantía en los trabajos escolares, sobre todo para la ESO y Bachillerato y especialmente utilizada en la universidad. El procedimiento es relativamente sencillo, pero recomendamos recurrir a profesionales. Se trata de juntar todas las hojas, colocando una tapa y una contratapa (generalmente de plástico transparente, sobre todo la tapa superior) realizar perforaciones por el lateral (que pasará a ser el lomo) por las que pasaremos anillas que juntarán todo.
Encuadernación Wire-O
A priori, muy parecido al modelo anterior. En esencia, se trata de unir las páginas, la portada y la contraportada de un documento empleando hilos de alambre. La particularidad de este sistema es que los hilos de alambre permiten abrir el documento completamente y sin daño alguno. Es decir, el documento no se someterá a ningún tipo de torsión ni de tensión; sencillamente, las páginas se deslizarán alrededor de los hilos. Otra de sus ventajas es que permite el uso de tapas gruesas, lo que le hace ideal para recetarios o agendas, por ejemplo.
Encuadernación grapada
La encuadernación grapada es una de las formas de empastar un documento que más se usa en el sector. Se trata de un tipo de encuadernación sencillo y que resulta especialmente útil cuando se tienen volúmenes modestos, de pocas páginas (máximo 120). Por ejemplo, muchas revistas. Sus principales ventajas es que se trata de un sistema sencillo, rápido y económico. También es recomendable su uso de cara a coleccionables, por la facilidad de almacenaje y colocación que otorga.
Encuadernación pegada
Se consigue pegando el borde de las hojas al lomo del tomo con cola. Hace unos cuantos años esta opción no era tan recomendable, ya que se corría el riesgo de que las hojas se despegasen y el libro acabase por deshacerse. No obstante, las nuevas tecnologías han conseguido métodos de pegado mucho más resistentes, por lo que este ya no suele ser un problema.
Encuadernación cosida
Para conseguirla hay que dividir el volumen en cuadernillos (bloques de hojas), y unirlos con una costura. Cuando se encuentran preparados todos los cuadernillos deben pegarse al lomo. Es un método muy laborioso, que cuenta con una larga tradición y que obtiene muy buenos resultados.
Estos son los tipos básicos. En próximas entradas hablaremos sobre encuadernación térmica, encuadernación con tornillos, encuadernados a la japonesa, a la americana, fresada…
Por supuesto, si quieres un encuadernado de calidad, y al precio más competitivo del mercado, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te escuchamos, analizamos tu proyecto y te presentaremos el formato más adecuado a tus necesidades.
